Owney, el perro viajero que recorrió los Estados Unidos en tren

Owney el perro viajero. Durante el siglo XIX todos los Estados Unidos viajando en trenes del servicio postal y recolectando medallas durante sus viajes.

Animales singulares

En el pasado hemos hablado sobre animales que, debido a su participación en distintos conflictos fueron galardonados con medallas. Algunos con honores tan importantes como la Cruz de Guerra francesa o la Cruz de Victoria británica. Hoy hablaremos de otro animal que recibió infinidad de medallas, aunque no militares sino postales. Owney, el perro que recorrió los Estados Unidos llevando cartas.

Owney, el perro viajero

Owney el perro viajero.
El cuerpo de Owney junto con su chaleco y medallas en el museo postal.

La historia de este relativamente pequeño perro que con los años se convertiría en uno de los símbolos más importantes del Servicio postal de los Estados Unidos comienza una fría mañana de hace alrededor 120 años atrás en la oficina postal de Albany, New York. Oficina en la cual, durante la organización matutina de los bolsos de correo ferroviario, los trabajadores que se encontraban catalogando dichos bolsos hallaron entre los miles de sobres y encomiendas un paquete muy particular.

No era una carta, ni mucho menos una encomienda, sino que se trataba de un cachorro que, por alguna razón desconocida, terminó durmiendo en medio de una pila de bolsas de correo ferroviario.

Owney sería llamado, y se criaría entre paquetes y bolas con sobres y notas. Rápidamente descubría que los trenes eran un excelente refugio al frío neoyorquino. Refugio que, curiosamente, siempre lo hacía despertar en un lugar distinto del que se había ido a dormir. No obstante, no importaba cuan lejos terminase de la oficina en Albany. Owney siempre encontraba el camino de vuelta. Viendo esto, los trabajadores decidieron ponerle un collar y una chapa de identificación.

Pasarían los años y los cientos de viajes y prontamente la historia del «perro de la suerte», título que obtuvo ya que ninguno de los trenes en los cuales viajó sufrió accidentes o atracos, correría por todas las estaciones. Eventualmente se haría costumbre el ponerle una medalla o etiqueta de correo indicando el lugar por el que había andado en su travesía. Tarea simple gracias a su carácter amistoso y festivo.

Sin embargo, sus aventuras no sólo se confinarían a los trenes ni al territorio de los Estados Unidos, sino que llegaría subirse en barcos a vapor y, junto al correo internacional, llegaría a conocer Asia y Europa. Siempre siendo enviado de nuevo a su hogar gracias a su medalla indicándolo como «Propiedad de la oficina postal de Albany».

Fotografía de Owney junto a uno de sus cuidadores.
Owney junto a uno de sus cuidadores.

Owney acumularía durante 11 años de aventuras alrededor de 1017 medallas, estampillas y otras identificaciones que marcaban la infinidad de destinos a los que sus patas habían tocado suelo. Incluso, hasta sería filmado y fotografiado. Su muerte llegó en 1897 a causa de una herida de bala. «Accidente» del que nadie nunca supo el verdadero por qué.

Curiosidades postales: a lo largo de la historia muchos gobiernos y ejércitos intentaron hallar distintas maneras de enviar mensajes a mayor velocidad. Siguiendo este enlace podrás leer desde el intrincado sistema de postas de los mongoles hasta el «correo a cohete» de los Estados Unidos a mediados del siglo XX.

El legado de Owney

Hoy su cuerpo embalsamado junto a sus medallas, cartas y notas recibidas, se encuentran en exposición en el Museo Postal.

Owney es uno de varios animales viajeros. En las guerra mundiales, por ejemplo, se tiene registro de varios animales, sobre todo gatos, que viajaban en los barcos de las distintas marinas de los países involucrados en este conflicto bélico.

En efecto, los gatos abordo de los barcos fue una tradición en la marina real del Reino unido. Los mismos eran considerados como un elemento de buena suerte y además servían una función eliminando los roedores dentro del barco, los cuales atacaban el grano comestible que se transportaba en las bodegas del navío.

Postal de Owney, el perro viajero.
Postal de Owney, el perro viajero.

Owney se convirtió informalmente en el símbolo del correo de los Estados Unidos y es recordado frecuentemente en estampillas, postales, museos, documentales y todo tipo de conmemoraciones en su honor.


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