Cómo terminar una guerra a la Florentina

En una de las tantas guerras entre Florencia y Venecia surgió un intento por llegar a la paz. No obstante, una jocosa broma arruinó todo.

Las Repúblicas Italianas

Las Repúblicas Italianas son como se denomina hoy en día a las ciudades-estado que dominaron a Italia y el Mediterráneo durante el Renacimiento, dieron al mundo algunos de los genios más importantes en la Historia de la humanidad, como Leonardo Da Vinci, cuyos inventos se siguen probando en la actualidad con un sorprendente éxito y su arte continúa maravillando a millones de personas en el mundo, o Miguel Ángel, el escultor y pintor que creó maravillas tales como la Capilla Sixtina incluso cuando el poder conspiraba en su contra.

La guerra entre Florencia y Venecia

Corría el pleno Renacimiento y las Repúblicas itálicas luchaban por el poder y el control del comercio. Cuenta la historia que en una de estas tediosas y prolongadas guerras, entre dos de las joyas de la Península, Florencia y Venecia, ambos bandos comenzaban a cansarse de la pelea. Tras mucho dialogar llegaron a uno de los más extraños acuerdos de paz jamás vistos: El triunfador del conflicto sería el bando que poseyera, en promedio, a los integrantes con el pene más grande.

En esa misma reunión, un florentino, Poggio Bracciolini, dijo que sin duda alguna los venecianos serían los triunfadores. Como es lógico asumir sus compañeros estaban por saltarle encima para darle una lección, sin embargo Poggio muy rápidamente replicó:

Es evidente, que son los mejores dotados -refiriéndose a los venecianos-, puesto que su miembro viril posee tal longitud que llega a cubrir enormes distancias. ¿Cómo se explica de otra manera que, cuando pasan varios años a cientos de millas de su hogar a causa de sus viajes, encuentren a su retorno que son padres de dos y hasta tres criaturas?

Tras esto la guerra prosiguió su curso… Ciertamente la réplica de Bracciolini merece un lugar especial en nuestra serie sobre las mejores réplicas de la Historia.

Las guerras renacentistas

Las repúblicas renacentistas estaban en constante estado de guerra entre unas y otras, incluso pasaban más tiempo en guerra entre sí mismas que contra las potencias extranjeras fuera de Italia que las amenazaban constantemente tanta a sus territorios como a sus rutas comerciales.

Las Repúblicas itálicas: estas ciudades-estado se dividían entre las marítimas, como Venecia, la ciudad donde incluso los cementerios son islas, y la República Amalfitana, cuyo puerto principal, el extremadamente bello Positano, es una de las pocas ciudades verticales en el mundo, y las terrestres, como la eterna ciudad de Florencia, hogar de edificios tales como el Duomo di Firenze y del gran Leonardo Da Vinci.

Por esta razón, las anécdotas de los tantos episodios belicosas en la historia de dichas repúblicas, así como las obras de teatro y las canciones de ópera sobre estos son incontables. Son, en efecto, una parte tan fundamental de la cultura occidental moderna que sería difícil imaginar el mundo actual sin estos sucesos culturales que tanto han influenciado a pintores y músicos famosos para producir algunas de sus mejores obras.