Christopher Rocancourt, el embaucador de Los Angeles

Christopher Rocancourt, alias el "Embaucador de Los Angeles", fue un estafador que engañó a la élite de Hollywood durante los años noventa.

Embaucadores carismáticos

Existen muchos tipos de embaucadores y estafadores: desde los embaucadores técnicos, como fue el caso de Alfred Redl, el peor traidor en toda la Historia, quien durante la Primera Guerra Mundial causó un daño enorme al Imperio Austrohúngaro, hasta los embaucadores carismáticos, como fue el caso de Victor Lustig, el hombre que vendió la Torre Eiffel y estafo a Al Capone mientras le hacía creer que le había hecho un favor. Christopher Rocancourt, de quien hoy hablaremos y mejor conocido como «el embaucador de Los Angeles», era del segundo tipo de estafadores. Un hombre cuyo carisma, personalidad y sonrisa lograron engañar a la élite del Hollywood.

Christopher Rocancourt

Christopher Rocancourt, o «el embaucador de Los Angeles», fue el hijo de una prostituta y un alcohólico que prontamente como era de esperar terminó en un orfanato a los cinco años. Tras varios años internado en la institución y luego de algunos años de rondar por las calles como un criminal de poca monta, escapó con rumbo a París donde comenzó a trabajar como botones.

Gracias a su trabajo aprendió y practicó los gestos y el lenguaje de la alta sociedad, y tras robar algunos trajes y algo de dinero comenzó a visitar distintos bares de alto poder adquisitivo pretendiendo ser miembro de la familia Rockefeller.

Christopher Rocancourt junto a Mickey Rourke.
Christopher Rocancourt junto a Mickey Rourke.

De fiesta en fiesta entre la alta sociedad y consiguiendo gran cantidad de préstamos y favores de gente que confiaba ciegamente en él gracias al prestigio del apellido que pretendía poseer, Rocancourt logró hacerse de varios contactos y socios comerciales. Llegando incluso a falsificar el título de una mansión y venderla por un millón y medio de dólares.

Pasado el tiempo comenzaría a ser reconocido en Francia, por lo que decide escapar con rumbo a los Estados Unidos. En el nuevo mundo no terminaría su historial delictivo, incluso, y sorprendentemente, se haría más sonante. Falsificando ser una estrella de cine, un boxeador campeón o un exitoso empresario se hizo pasar por el hijo de Sofía Loren o el sobrino de Dino de Laurentiis, logrando así asociarse comercialmente a varias celebridades de Hollywood.

Orígenes humildes: Rocancourt no fue la única persona de orígenes humildes que logró escalar a través de las clases sociales y utilizar su carisma para estafar a la aristocracia. Durante la época victoriana un jugador de cartas apodado Crocky fundó el que hoy se considera como el primer casino moderno y puso en bancarrota a la aristocracia londinense del siglo XIX.

Pero las andanzas de Christopher Rocancourt no terminarían con simplemente asistir a interminables fiestas prácticamente todos los días de la semana. Utilizando una de sus identidades falsas logró seducir y casarse con la conejita de Playboy Pía Reyes, consiguiendo que el mismo Mickey Rourke, quien ese momento se encontraba en la cima de su fama internacional, le preste su casa.

Christopher Rocancourt junto a la modelo Naomi Campbell.
Christopher Rocancourt junto a la modelo Naomi Campbell, con quien supuestamente iba a filmar una película en el año 2008.

Su ego lo llevó a escribir un libro sobre sus «hazañas» y esto sería la mecha para que una investigación Federal lo condene alegando estafas superiores a 40 millones de dólares, solo en Estados Unidos. En febrero del año 2012 fue condenado a 16 meses de prisión debiendo pagar además una indemnización de 578.000 dólares a la cineasta francesa Catherine Breillat en concepto de daños y perjuicios quien previamente lo había demandado por difamación.

Sin embargo, Rocancourt solo cumplió la mitad de la pena y la cineasta no vio un solo centavo.


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