El primer libro de auto ayuda de la historia. Trabajos y Días, Hesíodo

Hace 2800 años el griego Hesíodo escribió el que es considerado como el primer libro de autoayuda en la historia: Trabajos y Días.

Trabajos y Días

Si creías que los libros de autoayuda, esos textos con recetas mágicas para convertirnos en multimillonarios o maestros de la sociabilidad, eran cosa de la sociedad actual, no podías estar más equivocado.

Busto de Hesíodo.
Busto de Hesíodo.

Hace aproximadamente unos 2800 años Hesíodo, un griego del que no se sabe mucho y a duras penas se calcula la fecha de muerte en el siglo 8 antes de Cristo, escribiría lo que sería el primer libro de autoayuda de la historia, Trabajos y Días.

Es muy llamativo el formato, incluso la prosa y la estructura del libro es muy similar al formato estándar actual de dicho género. Quizás la única diferencia entre el trabajo de Hesíodo y las hordas gigantescas de estos libros en la actualidad radica en la metodología.

La épica didascálica

La importancia de esta obra de la épica didascálica es fundamental en la literatura. Primero que todo, nos muestra el cambio que se da en la areté, ya no es una areté aristocrática sino que ahora cualquier hombre puede llegar a la areté a través del trabajo. También cabe destacar que es la primera obra de la épica didascálica que nos ha llegado, la cual influyó posteriormente en toda la literatura. Además, la visión de las edades del mundo nos ha ayudado a entender cómo veían el tiempo los antiguos griegos, desde su concepción mítica hasta su concepción histórica.

Algunos fragmentos del libro

Veamos algunos de los fragmentos más interesantes del libro, que casualmente se parecen mucho a los consejos de cualquier libro de autoayuda actual:

Mientras que los libros actuales generalmente comienzan con un discurso digno de la conferencia de desarrolladores más furiosa de Steve Ballmer, el de Hesíodo es más práctico: Le implora a Zeus que fulmine de un rayo al que le va mejor que a nosotros.

Musas que ilustráis con vuestros cantos, venid de la Pieria, y loando a vuestro Padre Zeus, decid cómo los hombres mortales son desconocidos o célebres, irreprochables o cubiertos de oprobio, por la voluntad del gran Zeus. Porque eleva y derriba fácilmente, abate con facilidad al hombre poderoso y fortalece al débil, castiga al malo y humilla al soberbio, Zeus que truena en las alturas y habita las moradas superiores.


Ejemplos tan generales y abstractos que por dos segundos creemos que algo de razón tienen:

¡Te haré excelentes advertencias, insensatísimo Perses! Fácil es abismarse en la maldad, porque la vía que conduce a ella es corta y está cerca de nosotros; en cambio, para ejercitar la virtud los mismos Dioses han sudado; porque la vía es larga, ardua y al principio está llena de dificultades; pero en cuanto se llega a la cúspide, se hace fácil en adelante, después de haber sido difícil.

Consejos de sobriedad:

Más prudente es quien, experimentando todo por sí mismo, medita acerca de las acciones que serán mejores una vez llevadas a cabo. También es muy meritorio quien consiente que se le aconseje bien; pero quien no escucha ni a sí propio ni a los demás, es un hombre inútil.

Ejemplos y analogías a la vida cotidiana:

Y ahora, diré un apólogo a los reyes, aunque piensan con su propia sabiduría.

Un gavilán habló así a un ruiseñor sonoro al que haóía cogido en sus garras y se lo llevaba por las altas nubes. El ruiseñor, desgarrado por las curvas uñas, gemía; pero el gavilán le dijo estas palabras imperiosas:

Desdichado, ¿por qué gimes?

Ciertamente, eres presa de uno más fuerte que tú. Irás adonde yo te conduzca, aunque seas un aeda. Te comeré, si me place, o te soltaré. ¡Malhaya quien quiera luchar contra otro más poderoso que él! Será privado de la victoria y abrumado de vergüenza y de dolores.

Así habló el rápido gavilán de anchas alas.

Consejos para aumentar nuestra productividad:

Cuando llegue la época de labrar, ve con tus servidores, y desde por la mañana apresúrate a labrar la tierra húmeda o seca, a fin de que sean fértiles tus campos. Siembra tu campo cuando aún esté liviano por la sequía; limpia el suelo en la primavera, a fin de que no te pese, si se labra de nuevo en verano. De esta manera sirve para apartar las imprecaciones y calmar el llanto de los niños.

Suplica a Zeus subterráneo y a la casta Demeter, con el fin de que maduren los frutos sagrados de ésta.

Recomendaciones lógicas:

Si se apodera de ti el deseo de la navegación peligrosa, teme la época en que las Pléyades, huyendo de la fuerza terrible de Orion, caen en el negro mar. En verdad que entonces se desencadenan los soplos de vientos numerosos. No dejes ya mucho tiempo tus naves en el negro mar; acuérdate, antes bien, de trabajar la tierra, como te aconsejo.


Más sobre la Grecia antigua

Herma, las esculturas más raras de Grecia

Cómo eran los chistes de los antiguos griegos